Easter, which begins this Season, is the greatest Feast of the year for Christ is risen! The alleluia, which was omitted from the Mass since Septuagesima, returned at Vespers on Holy Saturday, and is now heard after every Introit, Antiphon verse, and Response. The Vidi Aquam replaces the Aspèrges, and the Regina Coeli replaces the Angelus. The Paschal candle remains lit in the Sanctuary until Ascension Thursday, and like the Christ Candle during the Twelve Days of Christmas, we have a Paschal Candle in our homes, too, until the Ascension.
…and the Lenten fast is over!
During this Season, we are obliged to receive the Eucharist to fulfill the Church precept that we receive the Eucharist at least once a year. During Lent, most of us have already fulfilled the precept to go to Confession at least once a year, but if we haven’t, we can do that now.
During the Octave of Easter, we greet each other (and even answer our telephones) with the triumphant “Christus resurrexit!” (Christ is risen!) to which comes the response “Et apparuit Simoni, alleluia” (and appeared unto Simon, alleluia!). This joyous greeting totally crystallizes the mood of this season. This triumphant attitude is also shown by the replacing of the Angelus with the Regina Coeli throughout Paschaltide.
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!La Pascua, que comienza esta temporada, es la fiesta más grande del año porque Cristo ha resucitado! El aleluya, que se omitió de la Misa desde el Septuagésima, regresó en las Vísperas del Sábado Santo, y ahora se escucha después de cada Introito, verso de antífona y respuesta. El Vidi Aquam reemplaza a los Aspèrges, y el Regina Coeli reemplaza al Angelus. El cirio pascual permanece encendido en el Santuario hasta el jueves de la Ascensión, y al igual que el cirio de Cristo durante los Doce Días de Navidad, tenemos un cirio pascual en nuestros hogares, también, hasta la Ascensión.
… ¡y el ayuno de Cuaresma ha terminado!
Durante este tiempo, estamos obligados a recibir la Eucaristía para cumplir con el precepto de la Iglesia de que recibamos la Eucaristía al menos una vez al año. Durante la Cuaresma, la mayoría de nosotros ya hemos cumplido el precepto de ir a la confesión al menos una vez al año, pero si no lo hemos hecho, podemos hacerlo ahora.
Durante la Octava de Pascua, nos saludamos (e incluso contestamos nuestros teléfonos) con el triunfante “Christus resurrexit!” (¡Cristo ha resucitado!) a lo que viene la respuesta “Et apparuit Simoni, aleluya” (¡y se le apareció a Simón, aleluya!). Este alegre saludo cristaliza totalmente el estado de ánimo de esta temporada. Esta actitud triunfante se manifiesta también en la sustitución del Ángelus por el Regina Coeli en toda la Pascua.